El ajo es un condimento con muchas virtudes. Te puede ayudar con varios problemas de salud y prevenir enfermedades graves como el cáncer.
El ajo es un potente antioxidante que tiene propiedades antibacterianas, antivirales y antisépticas. Es muy eficaz para el tratamiento de trastornos tales como resfriados o gripe.
También es rico en vitaminas A, C, B6, B9, E y minerales, como zinc, calcio, fósforo, potasio, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la circulación sanguínea, prevenir y tratar infecciones bacterianas.
El ajo contra el colesterol
El ajo es también beneficioso para el corazón; previene la hipertensión arterial, limpia los vasos sanguíneos y mejora el flujo sanguíneo. Según American Heart Association (AHA), es recomendable comer ajo regularmente por su capacidad para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Un estudio de la Universidad de Pennsylvania demostró que el consumo diario de ajo reduce el colesterol en un 7%. El ajo contiene un compuesto llamado alicina que, cuando se consume cruda, bloquea la síntesis química de colesterol en la sangre y evita que se acumule en las paredes arteriales.
El ajo contra el cáncer
Su riqueza en antioxidantes ayuda a proteger las células sanas del cuerpo y prevenir trastornos graves como el cáncer. Los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer encontraron que el consumo diario de ajo reduce el riesgo de cáncer del estómago y el esófago. También observaron que el consumo de 10 g por día de verduras de la familia allium (cebolla, ajo, chalota, puerros y cebolletas, etc.) reducen el riesgo de cáncer de próstata en un 50%.
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¿Comer cocido o crudo?
Dependiendo del modo y el tiempo de cocción, el compuesto clave del ajo, la alicina, no puede tener efecto en el cuerpo. Sus propiedades pueden ser desactivados por el calor, y su cantidad de antioxidantes disminuye.
Al comer ajo crudo, sacas el máximo provecho de sus beneficios. Pero si quieres comer cocinado, espera por lo menos 20 minutos antes del final de la cocción para añadir el ajo, así no perder sus compuestos activos.
Si la idea de comer el ajo con el estómago vacío no va contigo, puedes agregarlo a tus platos del día para disfrutar de sus beneficios y promover el correcto funcionamiento del organismo. Sin embargo, es recomendable consumir el ajo moderadamente (1 a 4 dientes por día), ya que el exceso puede causar diarrea y otros efectos secundarios.
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El ajo también funciona:
- Contra un resfriado o bronquitis
- para desintoxicar el cuerpo
- tratar inflamaciones del oído
- Prevenir la pérdida de cabello
- Reducir picazón en los pies
